Pese a su origen tropical, el aguacate tiene una amplia adaptación debido a su diversidad genética, que puede explicarse, a grandes rasgos, por sus tres razas: la antillana, que prefiere zonas ecuatoriales; la mexicana, que puede resistir hasta -7ºC por escasas horas, y la raza guatemalteca, que es intermedia entre ambas.
Las condiciones ideales de temperatura para el cultivo de aguacate son: temperaturas diurnas entre 20 y 30ºC y nocturnas entre 10 y 20º C. En general, es recomendable optar por zonas libres de heladas y de calor excesivo, que pueden causar graves daños en plantaciones y producciones.
El aguacate necesita tener una buena exposición a la radiación solar y no estar sombreado en setos, lo que propiciará una mayor floración, por esta razón es muy importante realizar podas que favorezcan la entrada de luz al interior de los árboles.
En cuanto a la humedad relativa, los requerimientos ideales oscilan entre el 75-80%. El exceso de humedad puede provocar la aparición de enfermedades fúngicas, mientras que un ambiente seco ocasiona la muerte del polen, con efectos negativos en la fecundación.
Las precipitaciones en las zonas originarias del aguacate oscilan entre 1.000 y 2.000 mm. a lo largo del año. Sin embargo, en la zona de la Axarquía varían entre 300 y 500 mm., lo que conlleva la necesidad de apoyar con riego localizado para mantener una arboleda sana y productiva. Las sequías prolongadas provocan una caída de hojas generalizada en la arboleda y reduce el rendimiento de las plantaciones considerablemente, llegando a morir los árboles si no se realizan los riegos necesarios.
El cultivo es también sensible a vientos fuertes que inhiben la polinización y la fructificación, causando fuertes daños y caída de ramas, flores y frutos. El terreno destinado al cultivo de aguacate debe estar protegido del viento o, en su defecto, establecer cortavientos.
En cuanto al suelo, el cultivo de aguacate se adapta a una amplia gama de estructuras, desde arenosos hasta arcillosos, estos últimos siempre que posean un buen drenaje interno. Es importante que al menos dispongan de un 1 m. de suelo, ya que las raíces del aguacate no profundizan mucho y no necesitan mucho más suelo.
Las condiciones ideales son aquellos con texturas medias (tierras francas) con pH neutro o ligeramente ácido, para facilitar la absorción de los principales nutrientes.
Las fincas de aguacate de Salsa Agrícola cuentan con una localización privilegiada para su cultivo, ya que la Axarquía es uno de los lugares con un microclima tropical en la Costa del Sol Oriental, lo que nos permite ser uno de los principales productores de aguacates de la zona.
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